jueves, 14 de abril de 2011

La medalla milagrosa ya tiene toda una historia en los Heraldos el Evangelio.

RAFAEL IBARGUREN puede testimoniar de todas esas maniobras y estafas en las cuales estaba metido cuando él estaba en la TFP de Francia en los años 1980 y 1990. Lo que les costó a él y sus compañeros unas advertencias de parte de la Iglesia de Francia, Hija Mayor de la Iglesia. 



El correo enviado a millares de personas queda claro: se trata de sonsacarle a usted dinero, así nomás, gratis, para poder luego sonsacárselo a otros. Pero usted tiene derecho a un pequeño regalo: una maravillosa medalla adjuntada en el sobre, que vale a lo peor unos 15 céntimos de euros, con la imagen grabada de María, la virgen cristiana; este correo de tan rara idiotez lo envía la “Sociedad para la defensa de la tradición, la familia y la propiedad (TFP)”, todo un programa!
 

En realidad Tradición Familia Propiedad se señala como secta de extrema derecha en el informe parlamentario (francés) de 1995 (lean algunas breves al respecto), además de haber hurtado el concepto de esta “medalla milagrosa” a otra asociación religiosa, todo ello regado de un discurso reaccionario de lo más denso. Esta fantástica medalla, la Virgen vino a dársela como una señal visible de su protección. Cargada hoy con fe y confianza, puede ser de gran ayuda en los días atormentados que vivimos, de la misma forma que ya salvó y protegió a mucha gente en otras ocasiones de la reciente historia, en Francia misma. Todas las personas que la llevarán recibirán grandes gracias cargándola al cuello. Las gracias serán abundantes para las personas que las llevarán con confianza”. Este discurso milagroso se termina, ya que es necesario bien volver de nuevo a las cuestiones vilmente materiales, así: Por esta razón le pido urgentemente ayudarme a difundir la medalla milagrosa y su novena lo más ampliamente posible. Gracias, si es posible, enviarme una subvención de 20 Euros o de 30 Euros”.
El círculo está cerrado, en cuanto a las gracias”: no esperen tanto

Para ingresar un máximo de monedas, la secta TFP recurre a un método muy conocido en psicología social que es él de la reciprocidad. Utilizado por los vendedores u otros negociantes ambulantes, el reflejo social de la reciprocidad consiste en hacer un regalo, o en simular un acto como un regalo (aquí la medalla) para generar en el recipiendario un acto de contrapartida, (aquí la solicitud de subvención) tomando bien cuidado de destacar la entera libertad del donante potencial para no darle la impresión de presionarlo, evitando así una determinada reactancia por su parte.
 
En el caso presente, TFP sabe aplicar la técnica enviando por correo una especie de medalla que no vale nada, pero a la cual vinculan todo un conjunto de virtudes más mágicas con el fin de darle un determinado valor (virtual), y hacer nacer en él que la recibe un sentimiento de deuda en consideración suya, una tensión psicológica, para someterlo, libremente, a dar y pagarse de la deuda forzada creada por el envío, a su nombre propio, de la medalla. Maniobra vilmente manipuladora, pero conocida, que oculta por supuesto los objetivos financieros y la pobre ideología reaccionaria subyacente al grupo, compensando la ausencia de argumentos racionales en su favor.
 
Los testimonios están aquí también en el centro de la propaganda del movimiento, la sola presentación de TFP, su ideología y su teología no bastarían a aportarle tanto como las subvenciones extorsionadas por la pequeña estratagema de la medalla milagrosa”, aunque la contrapartida exigida es de sobra desproporcionada con relación al valor del objeto enviado.


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