domingo, 3 de julio de 2011

LOS DEMONIOS NO SON LOS QUE SE CREE

Pienso, luego estorbo

Publicado el 03/Julio/2011 | 00:29
Por: Pepe Laso R.
joselaso@hoy.com.ec

Le invitamos a conversar. Él es uno de esos carmelitas que fueron sacados por la jerarquía de ese lugar en el mundo atravesado por todas las contradicciones sociales imaginables que parecen romper todas nuestras certidumbres.

Los más pobres, los que construyeron la iglesia de San Miguel de Sucumbíos, muchos acusados de terroristas por los poderes cercanos y lejanos, llevan en vigilia 139 días en las puertas de su iglesia. Todo el que pasa por allí tiene una taza de café y un pan, nos cuenta, y hay siempre para todos un plato de comida. De lejos, de las comunidades de la selva, llegan todos los días a ofrecer una cabeza de plátano, un puñado de yuca, algunos huevos y todo eso, como aquello que es parte de la economía del don, se vuelve símbolo de la estructura viviente de lo que llamamos comunidad. Y hace apenas unos días, Gonzalo López Marañón terminó su ayuno, no por la salida de los famosos Heraldos, sino por la reconciliación y la sanación de las heridas que estos produjeron, también en nombre de Dios, en el cuerpo del pueblo.

Nuestro amigo dijo sencillamente unas pocas palabras sobre el sentido simbólico del ayuno en la tradición cristiana. Es que, si la fe no toca los cuerpos y el cuerpo social, viviríamos desencarnados del mundo y en un lugar inexistente.

El ayuno, entonces, hace del cuerpo real un cuerpo que se torna símbolo del abandono y de la dependencia de Dios desde su fragilidad absoluta. Un cuerpo que se vuelve visible para contagiar de solidaridad, de comunidad.

Pero decía también, siguiendo el evangelio, que hay un género de demonios que solo puede ser expulsado con oración y ayuno, y que estos, por supuesto, no eran estos seres vestidos en el siglo XXI como una mezcla de cruzados medievales que usaran botas como los de la SS de la época nazi, y ni los otros, que pertenecen a toda esta especie de sectas que han surgido al interior de las iglesias, sino aquellos demonios que habitan esas zonas selváticas, el narcotráfico y esos poderes que ponen en juego, como vemos, la existencia misma de los estados-nación.

Y para estos demonios, la primera tarea es destruir el tejido social y sustituir la lógica de la solidaridad por la de la violencia, la sospecha, el dinero fácil, el ajuste permanente de cuentas, la articulación a las redes internacionales, la corrupción y todo aquello que es tan cercano, que se ha vuelto parte de una cultura que penetra por la espectacularización y la mediatización nuestras vidas.

Si el tejido social, alimentado por una fe liberadora, es decir, la comunidad, es la única protección posible, reconstituirla después de su destrucción por estas sectas que abren trochas en los espíritus del pueblo es un deber actual también de los estados. Esto, sin duda, lo anunció Gonzalo con su ayuno.

La fe se vuelve encarnada, política, liberadora cuando, como decía este amigo carmelita, cambiamos aquello de "pienso, luego existo" por pienso, luego estorbo."

Hora GMT: 03/Julio/2011 - 05:29 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ya basta de tanta mentira y ipocresia ya los botaron a los heraldos que mas quieren.pero lo bueno de todo es que nos dejaron quitando las vendas de los ojos y ahora sabemos que los carmelitas y diocesanos les falta mucha pero mucha espiritualidad hay que horar mucho por ellos y nosotros

Anónimo dijo...

Me da pena ver a unos sacerdotes Diocesanos ver peleando con la jente que tristeza y unos seminaristas Colombianos botando a la jente Ecuatoriana de su propio pais que tristeza que dar ver los frutos de el ex Monseñor Gonzalo Lopez no se donde es que les dan esa preparacion por eso la jente catolica mejor se cambian de relijion

Anónimo dijo...

que pena que 40 años hayan servido para preparar este tipo de sacerdotes que mas bien enves de sacerdotes son lobos feroces disfrazados de ovejas buen trabajo Monseñor Gonzalo su gente esta bien preparada adonde esta el amor a Dios y al proximo como asi mismo dice una cosa y practica otra cosa... la gente lo detesta por todo el daño causado a los padres Heraldos y a la religion catolica ... ya robo ahora dejenos en paz carmelos y diocesanos no los queremos....