miércoles, 25 de mayo de 2011

HERALDOS Y CARMELITAS DEJAN SUCUMBIOS


Ángel Polivio Sánchez ofreció una salida al conflicto religioso en Sucumbíos. El Delegado Pontificio llegó ayer a Nueva Loja para "persuadir a las diferentes agrupaciones a que depongan sus posiciones", asumidas tras la decisión del Vaticano de designar en octubre a los Heraldos del Evangelio como administradores del Vicariato de Sucumbíos, en lugar de los Carmelitas Descalzos.
La Conferencia Episcopal Ecuatoriana, a través de un comunicado, informó la resolución a la que había llegado. El equipo de frailes Carmelitas de San Miguel de Sucumbíos salió de la zona y entregó formalmente los espacios y tareas del Vicariato.
Asimismo, "los misioneros Heraldos del Evangelio, luego de una serena revisión de todas las circunstancias, han considerado oportuno, como un gesto de delicadeza y disponibilidad con el Santo Padre, poner en sus manos la comisión recibida".
Para suplir las necesidades de ceremonias religiosas en la provincia, la Conferencia Episcopal recurrió a la colaboración de sacerdotes diocesanos de Quito, Guayaquil, Ibarra, Ambato, Loja y San Jacinto de Yaguachi.
Sánchez se reunió en la casa de Vicariato con delegados de la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos (Isamis), herederos de los Carmelitas. Ellos, ayer seguían con la vigilia junto a la Catedral de Nueva Loja. Pasadas las 16:00 empezaron a retirar sus enseres de la Casa Parroquial, que continuaba con vigilancia policial tras el desalojo del domingo.
Desde las 17:00, monseñor Sánchez se reunió también con los representantes de los seguidores de los Heraldos, entre ellos los seglares carismáticos. Hasta el cierre de esta edición seguían con los diálogos y para anoche tenían previsto una nueva marcha por las calles de Nueva Loja.
Casi a la misma hora, en Quito, monseñor Gonzalo López Marañón, de los Carmelitas Descalzos, inició un ayuno. Él administró el Vicariato de Sucumbíos por 40 años y creó una iglesia de corte social, con laicos católicos.
Tres carpas blancas se instalaron en el parque La Alameda. Allí, pasadas las 18:00, López ofició una misa. Unas setenta personas lo acompañaron. En medio de la celebración, López explicó que está sufriendo por la división religiosa en Sucumbíos. Apoyó a los Carmelitas Descalzos, a quienes los bendijo, y recalcó que estará junto a ellos hasta el final en la batalla por la paz. Al acto asistió el líder indígena Delfín Tenesaca.

El ayuno de López
Gonzalo López Marañón, sacerdote español de los Carmelitas Descalzos, dijo que dormirá en el parque La Alameda, en Quito, y permanecerá en ayuno, hasta que la familia de Sucumbíos esté unida nuevamente.
Monseñor López dijo que ha escrito dos cartas a la Iglesia expresando su sentir por su salida y reemplazo (Rafael Ibarguren, de los Heraldos del Evangelio). Dijo que respeta la decisión del Vaticano de no retorno a Sucumbíos.

El Comercio

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